33 cartas desde Montmartre

Una promesa, 33 cartas, un cementerio, un cajón secreto, un escritor y una escultora. Esto es lo que nos acompaña en la lectura de esta conmovedora comedia romántica.

He de confesar que elegí este libro en primer lugar porque la historia transcurre en París, y eso siempre es un punto a favor del libro para mí. (Cosa mías) y luego por la historia, por lo que había leído (de otros lectores) sobre ella. Pero he de decir que no me ha defraudado en absoluto, al contrario, me ha sorprendido muy gratamente. Nicolás Barreau nos hace soñar con esta historia.

Una historia que te atrapa hasta la última página, Una narración impecable, con unos textos limpios, cómicos en algunos ocasiones y reales. Una historia nada artificial. Nada pastelosa.

Los personajes son una delicia, sobre todo Julien, su encantador y «monísimo» hijo Arthur y Sophie.

LO RECOMIENDO.

» Antes de morir, Hélène le hizo prometer a su marido, Julien, que le escribiría treinta y tres cartas, una por cada año de su vida. Para su asombro, Julien se da cuenta de que esta correspondencia, que deja en un compartimento secreto de su tumba en el cementerio de Montmartre, se ha convertido en una suerte de consuelo. Le habla de la vida que ahora ha de vivir sin ella; de su amor, ya no recíproco; de su hijo Arthur, que no quiere un padre que se siente desgraciado.
Hasta que un día descubre que las cartas han desaparecido y en su lugar empieza a encontrar pequeñas respuestas: un bonito corazón de piedra, un poema, un ramillete de nomeolvides… Lo que Julien no sabe es que alguien lo observa. Alguien que lee sus cartas y quiere ayudarlo. Alguien que se ha enamorado de el.»

33 cartas desde Montmartre
Nicolás Barreau
Traducción: Carmén Blas Álvarez
SUMA de lectores
328 páginas
A partir de 16 años

Y ya sabéis: Leer siempre es bueno.

La hipótesis del amor

Podría decirse que esta novela es la clásica comedia romántica hecha novela. ¿Y qué? Me ha parecido una novela muy divertida, ácida, romántica, ejemplarizante (en algunos momentos), con su toque picante y muy muy muy adictiva.

Me ha encantado leerla (y eso que no soy muy dada a la novela romántica), y me ha dejado grabada una frase que creo que debería de ser una de las máximas de toda persona: «Nunca es demasiado tarde para decir la verdad».

Los personajes, el argumento, las situaciones, el ambiente… todo atrapa al lector desde el mismo momento de empezar a leer.
No quieres que acabe nunca, quieres saber más de los personajes, vivir más sus vidas, compartir situaciones con ellos…
Estoy deseando leer más libros de esta autora.

LO RECOMIENDO. MUY ADICTIVO.

«Olive Smith es una doctoranda de tercer año que no cree en las relaciones amorosas duraderas, pero su mejor amiga, Ahn, sí, y por eso Olive se ha metido en un lío monumental. A Ahn le gusta el exnovio de Olive, pero jamás daría el primer paso porque es una buena amiga. A Olive no le va a resultar nada fácil convencerla de que ha pasado página, puesto que los científicos necesitan pruebas. Por eso, como cualquier mujer con un mínimo de amor propio, se deja llevar por el pánico y besa al primer hombre con el que se encuentra para que Ahn la vea.
Ese hombre es nada más y nada menos que Adam Carlsen, un joven profesor tan reputado por la calidad de su trabajo como por su imbecilidad. Así que Olive se queda de piedra cuando Carlsen accede a mantener su farsa en secreto y ser su novio falso. Sin embargo, después de que un importante congreso científico se convierta en un desastre y Adam vuelva a sorprenderla con su apoyo inquebrantable (y sus inquebrantables abdominales), su pequeño experimento se acerca peligrosamente al punto de combustión. Olive no tarda en descubrir que la única cosa más complicada que una hipótesis sobre el amor es analizar su propio corazón bajo el microscopio.»



La hipótesis del amor
Ali Hazelwood
Traducción: Ana Isabel Sánchez
Contraluz
487 páginas
A partir de 17-18 años



Y ya sabéis: Leer siempre es bueno.