El café de los corazones solitarios

Un libro perfecto para leer en días de frío, ya que te calienta el corazón.
Después de este comienzo tan pasteloso, tengo que decir que el libro me ha parecido entrañable. Lleno de amistad, de amor sin nada a cambio, de dolor, de cura, de perdón, de abrir los ojos a la realidad, de afrontar el pasado y de ganas de vivir.

Al principio puede parecer un libro que habla de la vida de seis desconocidos, sin nada en común. Pero el Café de la esquina, un café literario, les cambiará la vida a todos los protagonistas. Les unirá de tal manera, que todos formarán una extraña y adorable familia.

Un texto ligero, con capítulos cortos que hacen la lectura más rápida.
Una historia que te atrapa en el primer capítulo y que no quieres dejar de leer, ni que acabe nunca. Quieres saber más sobre los personajes y sus historias.

Me ha gustado mucho, una opción perfecta entre lecturas más densas o para periodos de bloqueo lector.

LO RECOMIENDO.

«Carla Pride acaba de quedarse viuda, pero lo peor de todo ha sido descubrir que su marido, Martin, no era el hombre que ella creía. Tras enterarse de su engaño, tendrá que enfrentarse a las consecuencias y continuar su vida lo mejor que pueda. Molly Jones bastante tiene con su hijo y con su nuera. Hasta que aparece su marido, tras años de abandono, dispuesto a corregir los errores del pasado. Will Linton está arruinado. El banco no quiere renovarle el préstamo que mantiene su empresa a flote. Y cuando creía que ya nada podía irle peor, su mujer lo abandona. El café de la esquina, regentado por la encantadora Leni Merryman, se convierte en un lugar de peregrinaje para sus protagonistas, donde comparten confidencias, decepciones e ilusiones. ¿Pero podrán encontrar la seguridad que necesitan? Y mientras Leni les ayuda a reparar sus corazones solitarios, ¿podrán devolverle el favor cuando ella más lo necesite?»

El café de los corazones solitarios
Milly Johnson
Traducción: Victoria Simó
Umbriel Editores
474 páginas
A partir de 15-16 años

Y ya sabéis: Leer siempre es bueno.